Ana Rita Coelho (Portugal, mezzosoprano), Anna Tetruashvili (Israel, mezzosoprano), Viktor Aksentijević (Serbia, barítono), Defne Celik (Alemania, soprano), Laura Brasó (España, soprano), JaeWoung Lee (Corea del Sur, bajo), Manhan Qi (China, soprano) y Sehyun Kyung (Corea del Sur, tenor) volverán a subir al escenario para la Gran Final de Cascais Ópera 2025, que se celebrará el 4 de mayo en el Gran Auditorio de la Fundación Gulbenkian en Lisboa.

Durante la segunda y última jornada de semifinales de Cascais Ópera 2025 —realizada por la mañana en el Centro Cultural de Cascais—, un corte de energía afectó a gran parte de la Península Ibérica. Pero lo que nunca se apagó fue la música. Cuando falló la electricidad, la competencia continuó, iluminada por el resplandor de los teléfonos móviles. Gracias a la increíble resiliencia de los cantantes, al apoyo del público y al compromiso de nuestro equipo y del jurado, las presentaciones siguieron adelante —no como se había previsto, sino con aún más corazón.

La mezzosoprano Manhan Qi continuó cantando sin dudar, como si nada hubiera cambiado. Con el piano iluminado únicamente por luces improvisadas de celulares, mantuvo la concentración y ofreció una interpretación que nos recordó a todos: el verdadero brillo no depende de la electricidad —proviene del interior.

Por la tarde, en los jardines del Museu Condes de Castro Guimarães, el presidente del jurado Sergei Leiferkus anunció a los ocho finalistas que avanzan a la Gran Final de Cascais Ópera 2025, que se celebrará el 4 de mayo en el Gran Auditorio de la Fundación Gulbenkian en Lisboa.

Ana Rita Coelho (Portugal, mezzosoprano), Anna Tetruashvili (Israel, mezzosoprano), Viktor Aksentijević (Serbia, barítono), Defne Celik (Alemania, soprano), Laura Brasó (España, soprano), JaeWoung Lee (Corea del Sur, bajo), Manhan Qi (China, soprano) y Sehyun Kyung (Corea del Sur, tenor) volverán a subir al escenario, ahora un paso más cerca de convertirse en la voz de una nueva generación.

A todos los concursantes: gracias. Por su arte, su fortaleza y su elegancia ante la adversidad. A nuestro estimado jurado, por su constante apoyo y guía. Y a nuestro público: gracias por adaptarse, apoyar y, literalmente, mostrar el camino con su luz.

Con apagón o sin él, en Cascais Ópera la música nunca se detiene. Simplemente, brilla.